sábado, 23 de abril de 2016

La fuerza primigenia

La fuerza primigenia que hizo capaz la aparición de la vida, es la misma que hizo posible la existencia del universo como lo conocemos.
Adelante y atrás, más allá de geometrías y orígenes, es decir, euclidianos o cuánticos, adelante deberá significar, el paso que sigue. De esta manera atrás se anula desde la perceptiva de que la reversibilidad no tiene aplicación cuando tratamos el fenómeno de la vida, pues la vida no es reversible, su conclusión únicamente da paso a otra u otras que se alimentan de sus despojos.
Un ir hacia adelante, querrá decir que no hay un camino posible para ir hacia atrás. Las ecuaciones que se pueden abstraer del concepto de entropía consideran que dentro de todos los caminos, el de volver al origen existe pero, también, teóricamente su probabilidad es cero. Un ejemplo de ello es que un cuerpo caliente, en un proceso natural y por transferencia de calor, sólo irá a enfriarse y nó viceversa. Esto también lo predice la entropía y sólo se define para el caso en que no se ejecuta ningún trabajo en el proceso. De esta premisa se concluye que el universo terminará en un estadio frío y expandido.
La fuerza, ese ir hacia adelante, que aún prevalece en ausencia de cualquier realización de trabajo, es decir no hay un efecto sensible de la transferencia de calor, se puede definir como un vector. Un vector tiene las propiedades de poseer magnitud, pero además dirección y sentido. Ese sentido es lo que llamaré ir hacia adelante, la dirección es lo que le dará perspectiva a la posibilidad de regresar al origen y la magnitud es el valor de la fuerza que crea el impulso hacia adelante.
Los logaritmos naturales describen la manera en que se llevan a cabo todos los procesos naturales, quiero decir, un proceso natural tienen un inicio, es decir graficándolo podemos establecer un cero en relación a su magnitud, dirección, sentido y tiempo, el proceso se desarrollará hasta alcanzar un punto final graficable también en magnitud, dirección, sentido y tiempo. El tiempo no es una dimensión absoluta, significando que un reloj no lo describirá de manera real sin antes haber establecido las reglas de medida. El tiempo aquí no se mide en segundos sino en tiempos cuyo tamaño no es el mismo para todos los procesos. Por otra parte, cada proceso tiene su propia constante de tiempo, podemos decir que, cuánticamente los componentes de cada proceso vibra con frecuencias diferentes. El exponente negativo al que deberá ser elevada la base de los logaritmos naturales estará definida por el cociente que se obtiene de dividir el tiempo transcurrido entre la constante de tiempo. Cuando este cociente es igual al primer tiempo, la exponenciación es igual 63% del valor total que llegará a tener el punto final del proceso.
Todos los procesos naturales tienen lugar en el tiempo, pero los hay de primer grado, segundo, grado, etc. la diferencia estriba en que el segundo grado es un proceso al que el resultado del primer grado pasa de nuevo por una exponenciación en la base de los logaritmos naturales y así sucesivamente hasta los grados que se requieran.
Decir que el valor alcanza el 63% en el tiempo uno, significa que en ese tiempo la fuerza que lo impulsa lo ha llevado a cambiar más allá del 50%, esto previene que el proceso se detenga (sólo el exceso de fuerza es la prueba de la fuerza), este exceso de fuerza es de 63%. Esto no significa que ese proceso no pueda ser detenido por otro proceso convergente en sentido contrario y, entonces la probabilidad juega un papel relevante, misma que confirma el porqué la mecánica cuántica juegue un papel determinante en la existencia del universo y, con ello, la vida.
Desde el punto de vista filosófico, el proceso y la determinación matemática del mismo, es irrelevante. Sin embargo, el proceso tiene mucho valor como causa. Sí el proceso desde cualquier punto de partida nos ha posibilitado para existir, la existencia no obedece a ninguna voluntad, ese proceso es la voluntad en sí misma.
Esta fuerza del proceso, es lo que Nietzsche llama la voluntad de poder. Desde aquí, nada más se requiere para entender cualquier proceso natural, incluyendo y muy particularmente los procesos sociales que son por excelencia los procesos que atañen al filósofo.
Por otra parte, querer determinar la matemática de los procesos, significa establecer los mecanismos que hicieron posible llegar al estadio actual del universo, es decir tener una simulación del universo donde un antes y un después pueda significar algo para una vida que no llegará más allá de 120 años contra los millones que habrán transcurrido para cuando se logre tal proeza.
Contra la voluntad de poder, está la teoría de la evolución donde adaptarse o morir es la regla del juego pero morir, ante la voluntad de poder, es indiferente.
Esta voluntad de poder, garantiza la preservación de las especies y también previene la adaptación pero nó le importa la muerte, pues el proceso continuará con la vida, sin que esto signifique que la vida es el objeto de la existencia del universo, más aún si lo que sigue, destruye la vida no habrá nada que lo pueda evitar, pues la voluntad de poder no obedece a una voluntad superior, es decir, no hay un dios que sea el iniciador de nada, lo que no tiene la menor relevancia pues la conciencia sólo tiene razón hasta que la vida ha sido propiciada por esa voluntad de poder. El universo en otros estadios no ha propiciado la vida pero no quiere decir que no tendría la capacidad de hacerlo.
Nos falta modestia y nos sobra soberbia, pero ambas obedecen a los estadios primigenios de la vida que están sustentados en el miedo, la sobrevivencia fue algo aprendido pero el temor ha estado latente ya que el vector de la voluntad de poder nos alerta los sentidos pues descansar no es opción.
El valor de esa fuerza es la mínima que se obtiene de la ecuación de la entropía de Boltzmann:
            
            S = k ln Ω

S = entropía
k = constante de Plank
ln = logaritmo natural
Ω = la probabilidad de ocurrencia de todos los microestados en el proceso


Lo que significa que la entropía es proporcional a la constante de Plank multiplicada por el logaritmo natural de la ocurrencia de todos los microestados posibles en el proceso. En termodinámica estos microestados son el valor de las variables tales como; temperatura, presión densidad, etc. la probabilidad de ocurrencia tiene que ver con el rango de variación de estas variables, es decir, la naturaleza se previene de los resultados posibles a fin de no desgastarse, pero en estas circunstancias, estos valores no pretenden producir trabajo ya que en cuanto es posible producir trabajo, la entropía da lugar a transferencia de energía lo que ya no es entropía, por ejemplo, un auto en ralentí consume energía pero no la transfiere.