martes, 5 de agosto de 2014

Empezaré por decirte que el amor no se da, el amor se toma. A fin de contrastarlo ante esa horrible mentira de dar amor, entendida ésta, de que dar es un acto voluntario más aún desinteresado, aunque está en tu interés darlo a determinada persona, animal o cosa. Dar podría sonar como aquello de que la vida te la dan pero no te la regalan, querría decir que dar no es gratis, bueno de ser así aceptaría que el amor se da y que la factura viene después.
Que tremenda confusión ésta de dar. Aclarar que no será gratis sería muy conveniente antes de iniciar cualquier mayor relación, así no andaríamos sufriendo por que la factura fue muy cara ¿con todo lo que yo te amo, porqué me pagas con el olvido? Eso es ridículo por decir lo menos, en la definición de amor iba implícito que no sería eterno, pues no es gratis.
Me gusta más definir que el amor se toma, por supuesto existe el riesgo de que la otra parte no quiera estar contigo y entonces, adiós al tomar pues necesariamente se requiere de presencia al igual que con la otra definición, sólo que ésta la puedes controlar tú mismo y en la otra, la controla el azar o algo más confuso, quizás los dioses del olimpo, patrañas.
Como lo mencione antes, para tomar, sólo hay un requisito, que quieran estar cerca, entendiendo cerca como afinidad, olor, calidez, vista, gusto y melodía. Fijarse que en primer lugar está el olor, el aroma tiene un gran poder de persuasión, éste es el que define si te quedarás más tiempo o se terminó durante la primera sesión de cercanías. No hemos llegado hasta aquí por haber sido imprudentes, quiero decir, si algo huele mal, es que está podrido o enfermo que es lo mismo, la preservación de la especie está por encima de cualquier capricho racional. Claro que hay cercanías perversas, pero confío en que la que buscas será una de fantasías y planes de futuro, de no ser así, considero en mucho que hayas llegado hasta aquí con la lectura.
¿Por qué es tan importante el tema? Bueno aún nos matamos porque no nos amen como nos merecemos, eso por sí mismo ya es suficientemente importante, pero aún hay mucho más. El comportamiento humano es totalmente aprendido. Me explico, en el aprendizaje todo juega un papel relevante. Si tienes alguna característica física que te impida ser mejor alumno, ésta aportará dificultades durante el proceso, pero también viceversa. Aquí es donde está el primer elemento de confusión, algunos nacen con estrella otros, estrellados, reza el saber popular. Pero quiere esto decir, que si no eres guapo o rico o las dos cosas, mejor no nacer. Esto es muy drástico aunque algunos estarían tentados a proponerlo, sólo recuerden que alguien tiene que hacer el trabajo sucio y que también tienen su corazoncito.
De vuelta al tema, las lecciones de la vida, sin prisa pero sin pausa, están ahí desde el primer día. No tienes un receptáculo donde te programen el comportamiento, todo lo aprendes y los condicionantes tienen que ver con tus características físicas, que es donde interviene la genética. Normalmente ¿el mejor futbolista no es el hijo del mejor futbolista verdad?
La inteligencia como analogía tampoco es genética, aunque ayuda mucho tener padres inteligentes. ¿Quién puede decir hoy que Einstein tuvo el más inteligente de los padres? pero por otra parte, si fuera genética, no encuentro donde apareció el uno después del cero que seguramente ostentaban los primeros hombres, o de cómo hemos llegado al 240 de algunos hoy día.
Para aprender lo mejor se requieren condiciones favorables, quizás para aprender lo peor se requieran condiciones nefastas, aunque hay algunos que aprendieron a ser caraduras aún en condiciones favorables, pero de esos nos ocuparemos más tarde.
Mentir no es un defecto, tampoco es una virtud pero al final, mentir tiene que ver con sólo dos cosas, la obvia, mentimos para no decir la verdad o, la no tan obvia, pero frecuente, para sacar ventaja. Me gustaría creer que dar conlleva una utilidad, es decir, para que tenga valor y que luego valga como reclamo debe valer algo, de la otra manera qué reclamas si lo que diste es basura. Digamos, amor puede ser una tarjeta de crédito, una herencia, etc. algo que se pueda intercambiar por otros bienes, antes, durante o después de que el amor se acabe.
Tomar ya es de por sí algo valioso, al fin y al cabo es tu medida y a nadie le importa si tu fantasía es más cara que otras, es tú fantasía y no de la otro, además lo que cueste lo pagas de contado, en el mismo lugar donde lo tomas.

Considero que en esta historia del amor, dar es por sí misma una mentira, primero porque, la mayoría de las veces, das sin tener la certeza de que la otra parte quiere ese regalo o al menos que no tiene el valor que tú le das al mismo, que por otra parte también es algo que aprendiste basado en otra mentira, bueno o malo. Y digo bueno o malo porque es así que nos lo han querido enseñar, preferiría bueno y malo paro esa es una ambigüedad que algunos teólogos no están dispuestos a aceptar pues te exigen que tomes partido, como los nazis en su tiempo, hoy sionistas, estás conmigo o contra mí.

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